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Última revisión: 04/09/2024
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Rellenar el modeloEl contrato de prestación es un tipo de acuerdo en el que un profesional se compromete a prestar un servicio en favor de un cliente siguiendo las directrices o condiciones pactadas, así como de acuerdo con su propia experiencia, con sus conocimientos técnicos y con la forma general de actuar en ese sector. De esta forma, el profesional se compromete a llevar a cabo la prestación del servicio actuando por cuenta propia o como autónomo, es decir, el profesional tiene la capacidad de organizarse y de llevar a cabo la actividad de acuerdo con su experiencia profesional (p. ej. a realizar la limpieza de un jardín, a instalar un software en un servidor, a escribir contenido para una página web, etc.).
A cambio de la realización este servicio, el cliente se compromete a realizar el pago del precio o remuneración pactado, aunque es posible que el profesional preste sus servicios de forma gratuita si así lo desea.
El contrato de prestación de servicios depende del tipo de servicio o actividad que el profesional se compromete a realizar. En concreto, este contrato puede tener incluir:
En todo caso, existen contratos de prestación de servicios específicos, especialmente adaptados a cada tipo de servicio que el cliente desea contratar.
En general, el tipo de contrato de prestación de servicios más habitual es el que se celebra con un prestador de servicios que se compromete a realizar una actividad o servicio material concreto (p. ej. la limpieza de una piscina) durante un periodo de tiempo concreto. El profesional se obliga así a realizar el servicio de acuerdo con sus conocimientos y experiencia en el plazo acordado con el cliente.
Es importante destacar que existen distintos tipos de contratos de prestación de servicios específicos o concretos dependiendo del servicio concreto que se desea contratar (p. ej. contratos de clases particulares, de cuidado de personas mayores o con discapacidad, de catering, de coaching, de servicios de limpieza, de realización de labores de mantenimiento de instalaciones, etc.). En todo caso, este contrato de prestación de servicios puede ser utilizado, de forma general, para cualquier tipo de servicio.
La firma de un contrato de prestación de servicios implica el compromiso del profesional de llevar a cabo una actividad, pero ello no asegura la obtención de un determinado resultado. En contraposición a esto, el compromiso de obtener un determinado resultado concreto tiene lugar únicamente mediante la firma de un contrato de arrendamiento de obra.
Así, en el caso del contrato de arrendamiento de obra, el profesional cumplirá con su obligación una vez que el cliente obtenga el resultado deseado (p. ej. un contrato para el desarrollo de software), mientras que el prestador de servicios que cumplirá con el contrato de prestación de servicios tan pronto como haya llevado a cabo su actividad contratada de forma diligente, independientemente del resultado (p. ej. un contrato de servicios de limpieza).
A modo de ejemplo, si las partes acuerdan el desarrollo de un software determinado, el contrato se entenderá cumplido una vez que el programador haga entrega del software con las especificidades negociadas; o si se acuerda la construcción de una piscina siguiendo una serie de características establecidas por el cliente, se cumplirá el contrato de obra una vez terminada la construcción.
La principal diferencia de un contrato de prestación de servicios respecto a un contrato de trabajo es la existencia de una situación de dependencia entre la persona que desarrolla la actividad (denominada trabajador o empleado) y la persona que ofrece el trabajo a cambio de una remuneración (denominada empresario o empleador, o coloquialmente, jefe). De esta forma, el contrato de trabajo regula la relación laboral de un empleado con su jefe o empleador, mientras que, en un contrato de prestación de servicios, se regula un acuerdo privado entre dos partes independientes por el que una de ellas, el trabajador autónomo o profesional, se compromete a prestar un servicio en favor de un cliente, de forma independiente, y por su propia cuenta y riesgo.
En todo caso, a pesar de que la nota de independencia y ajenidad es la principal diferencia entre ambos contratos, existen otros elementos diferenciadores que se detallan en una nuestra guía ¿Cuáles son las diferencias entre un contrato de trabajo y un contrato de prestación de servicios?
No, no es obligatoria. Las partes pueden acordar un contrato de prestación de servicios de forma oral, es decir, acordar verbalmente la prestación de un determinado servicio.
Ahora bien, la firma del contrato de prestación de servicios por escrito permite fijar las condiciones en las que el profesional debe realizar su actividad y facilita la prueba de su contenido en el caso de que cualquiera de las partes tenga que reclamar en vía judicial el cumplimiento del contrato.
Las partes pueden incluir en el contrato de prestación de servicios cualquier tipo de cláusula o condición, siempre que no sea contraria a la ley ni al orden público.
Siguiendo lo anterior, el contrato de prestación de servicios no puede regular la prestación servicios que se encuentran fuera del comercio (p. ej. las partes no pueden acordar la contratación de servicios de reparación de vehículos robados, de servicios de prostitución, etc.) ni la realización de actividades ilegales o contrarias al orden público (p. ej. no es válido un contrato de prestación de servicios que tiene por objeto contratar los servicios de una banda de ladrones para realizar el robo de una joyería).
La firma de un contrato de servicios sobre una actividad contraria a la ley o al orden público será considerado como nulo o inexistente.
Las partes no deben cumplir con requisitos especiales para la firma de un contrato de prestación de servicio. En todo caso, el profesional debe tener en cuenta lo siguiente antes de comprometerse a prestar un servicio:
El contrato de prestación de servicios se puede formalizar tanto entre personas jurídicas o empresas como entre personas físicas o individuales.
En el caso de que el cliente o el profesional sea una persona jurídica, este contrato debe ser firmado por un administrador de la empresa o una persona apoderada para representar a la empresa.
Las personas físicas pueden firmar este contrato personalmente, siempre que sean mayores de 18 años o mayores de 16 años emancipados (es decir, menores que no viven junto a sus padres) y tengan capacidad plena para la firma de documentos jurídicos. En los casos de menores de edad, o de personas incapacitadas judicialmente o declaradas como pródigos, este contrato deberá ser firmado por las personas que ejerzan la patria potestad o por sus representantes legales (p. ej. por un tutor o curador).
Las partes pueden firmar un contrato de prestación de servicios tanto por un periodo de tiempo determinado concreto (p. ej. por 3 meses), como por un periodo de tiempo indefinido, es decir, sin acordar una fecha de terminación concreta, sino que el contrato terminará cuando así las partes lo decidan en el futuro.
Asimismo, las partes pueden acordar que la duración del contrato sea la necesaria para la prestación de servicio (p. ej. por el tiempo necesario para realizar la fumigación de una vivienda).
Una vez preparado, tanto el profesional como el cliente deben firmar este contrato de prestación de servicios, ya sea personalmente o a través de su representante (p. ej. la persona apoderada para actuar en nombre de la empresa prestadora de servicios). Las partes deben firmar en la parte señalada al final de contrato, así como en el margen izquierdo de cada una de sus páginas. Por último, la firma del contrato la pueden realizar a mano o con un certificado digital.
Asimismo, las partes deben firmar este contrato en dos ejemplares, ya que cada una de ellas debe conservar una copia.
Las partes pueden adjuntar libremente los documentos que deseen para clarificar el contenido del contrato o facilitar su interpretación, así como para demostrar la capacidad para la firma del contrato de un representante o apoderado del cliente o profesional. Así, las partes pueden adjuntar, entre otros, los siguientes documentos:
No, no es necesario. La firma de un contrato ante notario público otorga una mayor garantía sobre su contenido y sobre su aplicación, pero, en este caso, es meramente opcional.
En general, la firma de estos documentos no se realiza ante notario, ya que supone un importante coste (las partes tienen que pagar los honorarios del notario), e implica una dilación en el tiempo necesario para llevar a cabo la firma del contrato.
Las partes pueden decidir libremente en el contrato los plazos y la forma en la que el cliente realizará el pago del precio del profesional. De esta forma, las partes deben remitirse a lo establecido en el contrato para determinar los plazos de pago.
El contrato de prestación de servicios debe incluir, como mínimo, los siguientes puntos:
Independientemente de lo anterior, las partes pueden regular todos aquellos aspectos que estimen oportunos en el contrato en virtud del principio de libertad de contratación. Así, las partes pueden incluir en el contrato cláusulas de no competencia, de confidencialidad de la información, de protección de datos, etc.
Este contrato se rige por los artículos 1.542 al 1.545 y 1.583 del Código Civil, y por lo establecido en su caso en el Código de Comercio.
De forma específica para aquellos casos en los que el cliente sea un consumidor, el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias.
Por otro lado, en los contratos de prestación de servicios es importante tener en cuenta que nos encontramos ante obligaciones intuitu personae, es decir, obligaciones en las que la componente personal y profesional de la persona contratada es muy importante, por lo que no será válido que la prestación del servicio se lleve a cabo por otra persona distinta a la contratada si no existe una aceptación explícita por parte del cliente (p. ej. el carpintero no puede decidir unilateralmente que su trabajo sea realizado por otro carpintero, incluso aunque sea de importante reputación, ya que el cliente ha contratado a esa persona en concreto por la calidad de su trabajo, por su experiencia, por su forma de trabajar, etc. Sólo será válido si el cliente así lo acepta de forma expresa).
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Contrato de prestación de servicios - Modelo Word y PDF
País: España